Primer debate: Con cruces por la economía, Massa y Bullrich buscaron polarizar con Milei
Los candidatos discutieron por el esquema de dolarización que plantea el líder libertario. Myriam Bregman puso el foco en los derechos humanos y Juan Schiaretti habló de una Argentina federal.Argentina ha sobrevivido a un debate presidencial que se calentó durante semanas y se apagó justo cuando los candidatos salieron a escena este domingo por la noche en Santiago del Estero. El ultra Javier Milei, que pasó los últimos días blandiendo una motosierra en sus mítines, eligió peinarse, ponerse las gafas y ceñirse al discurso escrito. Era el candidato a golpear: no solo porque fue el más votado en las primarias del pasado 13 de agosto, sino porque la previa del debate estuvo marcada por especulaciones sobre si aguantaría en el estrado sin los arrebatos que lo llevaron a las urnas.
Milei sonrió displicente ante las críticas, titubeó al explicar su plan educativo, y se animó por primera vez al negacionismo frente a la dictadura militar. “Las fuerzas del Estado cometieron excesos, pero los terroristas del ERP y Montoneros mataron, pusieron bombas y cometieron delitos de lesa humanidad”, dijo enfrentado a las críticas de la candidata de la izquierda, Myriam Bregman. Fue el momento más tenso de un debate que se enredó al inicio en la discusión económica y se desinfló inmediatamente después porque, para discutir el resto de la agenda, los candidatos ya habían agotado en ese segmento sus cinco pedidos de réplica.
El debate terminó sin un ganador claro. El candidato del peronismo, Sergio Massa, se llevó más golpes que el resto, pero no fueron tan duros como los que recibió Patricia Bullrich, de la derecha tradicional, que hizo aguas al intentar explicar su plan económico. Entre el fuego cruzado, el peronista antikirchnerista Juan Schiaretti hizo un llamado por el federalismo. Faltan tres semanas para las presidenciales. Los candidatos volverán a encontrarse el próximo domingo para el debate final en la capital.
A continuación, algunos de los momentos más destacados del debate.
“Patricia, no me quedó clara tu propuesta económica”
Patricia Bullrich, antigua ministra de Seguridad de Mauricio Macri, está tercera en las encuestas detrás de Milei y Massa. El debate era su oportunidad de remontar, pero la candidata de la derecha tradicional se enmarañó al intentar explicar sus propuestas económicas. “Todos pedimos a gritos terminar la angustia que estamos viviendo”, dijo al presentar su plan económico. “Conmigo, esto se acaba. Voy a borrar del mapa la inflación”, anunció. No ahondó. Los dos minutos que tenía asignados para el tema se embarraron en una descripción vaga sobre el mayor mal argentino. “Cuando no hay inflación, comprás sin sorpresas. Podés comprar una casa. Sin inflación, no la comprás”, se confundió. Durante las preguntas cruzadas, Milei y Massa coincidieron en presionarla para que se explique. “Patricia, no me quedó clara tu propuesta económica”, la chicaneó el peronista en las preguntas directas. Milei la acusó de “escaparse” y de contestar “sarasa”, una manera muy argentina de decir que estaba improvisando.
El ministro de Economía pide perdón por la crisis
Bullrich quedó mal parada en el tema económico, pero la mayoría de los golpes se los llevó el peronista Sergio Massa, ministro de Economía del actual Gobierno. Massa propuso desde enviar a la cárcel a los evasores fiscales hasta una moneda digital para que los argentinos con dinero en el exterior lo regresen al país sin consecuencias. Ninguna apagó las críticas que recibió como cara visible del Gobierno que lidera junto a Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que tiene la inflación en el 124% anual y la pobreza ahogando a más de un tercio de la población. “Tengo claro que los errores de este Gobierno han lastimado a la gente y pido disculpas”, dijo Massa al comenzar el debate. Después se distanció de la actual gestión por completo: “Ahora viene un Gobierno nuevo, el mío”.
Milei relativiza la dictadura militar
El público pudo elegir uno de los ejes del debate y puso en la mesa los derechos humanos. El foco estaba puesto otra vez en Milei por su candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, hija y nieta de militares, que llegó a calificar la dictadura como “un conflicto armado interno, una guerra de baja intensidad”. Milei, que como tertuliano televisivo había criticado las atrocidades de la dictadura y como candidato la política económica de los militares, se embanderó este domingo detrás de Villarruel. “Nosotros valoramos la visión de Memoria, Verdad y Justicia. Empecemos por la verdad: no fueron 30.000 los desaparecidos, son 8.753″, dijo negando la cifra de desaparecidos defendida por organismos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. “En los setenta hubo una guerra”, afirmó Milei, en contra de lo que determinó el histórico Juicio de las Juntas, que en 1985 llevó a la condena del dictador Jorge Rafael Videla y los principales responsables de la dictadura. “Estamos absolutamente en contra de una visión tuerta de la historia”, dijo, y después agregó que “las fuerzas del Estado cometieron excesos” y los grupos guerrilleros de izquierda “delitos de lesa humanidad”.
El argentino más importante de la historia
En las últimas semanas, Milei encontró un enemigo feroz en la Iglesia Católica. El ultra pasó años insultando al papa Francisco como “zurdo asqueroso”, “imbécil”, “comunista” y “representante del Maligno”. Los sacerdotes de los barrios populares se unieron en su rechazo, y desde hace un mes comenzó la movilización en apoyo al Papa. El cruce directo entre Massa y Milei se centró en esta discusión. Cuando le tocó interpelar al ultra, el peronista le exigió una disculpa pública. “La Argentina tiene millones de fieles católicos y ofendiste al jefe de la Iglesia”, le dijo. “Quiero que aproveches estos 45 segundos para que le pidas perdón al Papa, que es el argentino más importante de la historia”. “Mis afirmaciones fueron hechas en un contexto cuando todavía no estaba en política”, contestó manso Milei. “No tengo problema en repetir que estoy arrepentido de eso”.
La izquierda, contra todos
La víspera del debate estuvo marcada por el escándalo de un funcionario peronista que fue descubierto de vacaciones en Marbella con una modelo en un yate privado y regalos caros. La mesa parecía servida para el ataque contra Massa, pero el tema sobrevoló entre otras urgencias. La que lo tocó más claramente fue Myriam Bregman, candidata de la izquierda. “Mientras hambrean al pueblo se van en sus yates de lujo a pasear por Europa”, criticó en su presentación, y repartió contra todos. “No es un león”, dijo sobre Milei, “es un gatito mimoso del poder económico”. Después le acusó de “ensuciar” la palabra libertad. “Cuando Milei habla de libertad, habla de la libertad de despedirte sin indemnización. La libertad para él es, si querés salud, pagatela. Defiende hasta la libertad de contaminar los ríos. En definitiva, la libertad para Milei es un sálvese quien pueda”.
Bregman enfrentó con elocuencia el plan económico de Milei, la gestión actual de Massa y el pasado de Bullrich gestionando a seguridad. Fue tan ecuánime en sus críticas que, en la ronda de cruces directos, Massa eligió preguntarle si realmente le parecía lo mismo que gobernara el peronismo o la ultraderecha. “Yo creo que el problema que tiene el país es otro”, respondió. “Creo que es el momento de decir basta, de dejar de pensar en votar al menos malo que el otro y empezar a tener convicciones, principios y valores”. Queda para el próximo 22 de octubre saber si fue tan convincente como para sumar votos al 2,65% que sacó en las primarias de agosto.