Los 498 congresales del PJ todavía salían del microestadio de Ferro tras el encuentro en el que se habían elegido las autoridades partidarias cuando Cristina Kirchner, desde la otra punta de la Ciudad, se llevó toda la atención. Apenas un tuit bastó para descolocar a los presentes, que no salían de la sorpresa, mientras caminaban en medio de una temperatura primaveral: “Eh ¿Qué? ¿Cristina tuiteó?”, preguntaban. Su ratificación sobre que no será candidata contrastó con los cánticos que hasta minutos antes habían aplaudido todos al ritmo de “Cristina presidenta”.

Lo mismo que los pasacalles que colgaban de las inmediaciones del microestadio de Ferro, sobre la calle Avellaneda en el barrio de Caballito. “Bueno, ahora habrá que esperar que digan qué vamos a hacer”, se sinceraban algunos de los asistentes en clara alusión a la centralidad que la vicepresidenta mantiene. Ratificaban, de todos modos, su convocatoria a un acto el próximo jueves 25 de mayo, en lo que se esperaba como parte del operativo clamor para torcer su decisión.

En contraposición a esa centralidad de la vicepresidenta, Alberto Fernández no asistió al congreso del PJ, pese a que en el lugar había una silla esperándolo, se anunció que iría y asistió un grupo de protocolo y seguridad de Presidencia. En el correr de la tarde desde su entorno no respondían las consultas sobre si asisitiría o no y luego terminaron diciendo que nunca estuvo previsto. Fue sobre el atardecer, cuando estaba a punto de empezar el demorado encuentro y luego de que ya se supiera que había consenso para que Gildo Insfrán fuera el único autorizado a firmar las próximas alianzas del justicialismo.

Con predominio político de los gobernadores, cuya performance electoral apuntala a un oficialismo alicaído a nivel nacional, el congreso del PJ reeligió al formoseño Insfrán y designó como vicepresidenta primera a la camporista Fernanda Raverta. “Esta persona va a hacer la mejor alianza para que el peronismo siga haciendo gobierno”, dijo Insfrán sobre sí mismo en su rol partidario.

Entre los gobernadores se destacó la presencia del reelecto pampeano Sergio Ziliotto y del tucumano Juan Manzur, quien acaba de declinar su candidatura a vicegobernador tras un fallo de la Corte Suprema de Justicia. Según pudo constatar LA NACION, también estuvieron Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca) y Axel Kicillof (Buenos Aires), quien está en boca de todos porque sigue sin confirmar la fecha de la elección en territorio bonaerense y se guarda esa carta para después del 24 de junio, cuando ya se conozca la fórmula o bien las fórmulas presidenciales del oficialismo.

Los últimos triunfos oficialistas en las provincias de Tierra del Fuego, La Pampa y Salta fueron mencionados por el exintendente de Merlo Gustavo Menéndez. “El domingo pasado nuestro equipo ganó 3-0 y no ganó 5-0 por un dudoso arbitraje”, dijo en referencia la fallo de la Corte Suprema de Justicia en los casos de Tucumán y San Juan.

En la mesa central del órgano partidario se ubicaron Insfrán, Kicillof, Quintela, la santacruceña Alicia Kirchner, el ministro Eduardo “Wado” de Pedro y el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, entre otros.

En Ferro estuvieron los alfiles del Presidente, entre ellos el canciller Santiago Cafiero, el jefe de Gabinete Rossi y su segundo Juan Manuel Olmos. De acuerdo a lo consignado por fuentes partidarias, ese trío de funcionarios fue el encargado de definir con Insfrán la lista de dirigentes habilitados a negociar alianzas electorales. Pero al final, solo el formoseño tendrá la firma para sellarlas.

En el predio de Ferro aseguraban hoy que no hubo ni diferencias, ni peleas. Fue, sí, mientras ellos debatían en un vip las autoridades que desde un sector cercano al mismo Alberto Fernández daban por seguro que iría. Luego de eso comenzaron las dudas y finalmente se negó completamente su llegada desde Casa Rosada.

Entre los precandidatos presidenciales, aún no confirmados oficialmente en el Frente de Todos, estuvo “Wado” de Pedro. Entre los sindicalistas se los pudo ver a Héctor y Rodolfo Daer, Andrés Rodríguez (UPCN), Víctor Santa María (porteros), Antonio Caló y Abel Furlán (UOM) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).

El predominio de los gobernadores en el encuentro partidario estuvo dado por las recientes victorias electorales del PJ en el interior del país. Al ingresar a las instalaciones de Ferro, el riojano Quintela sostuvo que “la oposición se está asustando, porque en el mapa electoral se están pintando de azul o celeste las provincias de la Argentina”. El mandatario norteño agregó: “Los resultados nos dan mucha esperanza, mucha fuerza y nos estimulan”. También fue de la partida el exgobernador sanjuanino y diputado nacional José Luis Gioja.

Entre los intendentes del PJ del conurbano que se congregaron en Ferro estuvieron Fernando Espinoza (La Matanza), Mayra Mendoza (Quilmes), Juan José Mussi (Berazategui), Andrés Watson (Florencio Varela) y Mariano Cascallares, en uso de licencia en Almirante Brown. Mientras que además fueron de la partida el ministro nacional de Hábitat, Santiago Maggiotti, un hombre cercano al presidente Fernández; el titular de YPF, Pablo González, un kirchnerista que llegó a ser mencionado como posible candidato a nivel nacional. Y el senador camporista Mariano Recalde.

No participó del congreso el embajador en Brasil, Daniel Scioli, lanzado como precandidato a presidente, pero sí lo hizo en su representación Martín Ferré, uno de los miembros de su entorno más cercano. En tanto que también fue de la partida la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.

Tampoco participó del congreso del PJ el ministro de Economía, Sergio Massa, quien encabeza el Frente Renovador, un partido aliado del Justicialismo a nivel nacional. Esa fuerza política convocará a su propio congreso en junio próximo y tiene expectativas de colocar a su jefe como precandidato presidencial de cara a las PASO.