A 47 años del inicio de la última dictadura militar, el kirchnerismo se adueñó por completo del acto por el Día de la Memoria y lo utilizó políticamente, lanzando un operativo clamor por la candidatura presidencial de Cristina Kirchner y buscando debilitar la figura de Alberto Fernández, el jefe de Estado, que viajó a República Dominicana por la Cumbre Iberoamericana.

Desde temprano, La Cámpora convocó a la militancia en la esquina de la ex ESMA, en Núñez. Y desde allí movilizó hacia Plaza de Mayo, donde se llevó adelante el acto central, con presencia de las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo y de diferentes organizaciones de izquierda.

El diputado nacional Máximo Kirchner encabezó la caravana junto a ministros díscolos del gobierno de Alberto Fernández, como Eduardo de Pedro, el gobernador bonaerense Axel Kicillof, la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza, el secretario general saliente de La Cámpora Andrés Larroque y su sucesora, Lucía Cámpora.

En ese recorrido fue que Máximo dejó la frase más contundente del día, en un mensaje directo hacia el intento del Presidente por ser reelecto, que entremezcló con críticas hacia su gestión.

"Aquellos que fuimos marcándole al Gobierno cuáles eran los problemas, el acuerdo con el FMI, tenemos que saber clavar los tacos en el piso y decir no. El acuerdo era malo y esto lo saben todos. Argentina tiene una curva de vencimientos por delante que agobia. Y si alguien se enoja, que se enoje, vamos a elecciones y la sociedad define”, sentenció.

La declaración fue pocas horas después de que Larroque redoblara el ataque contra Fernández al afirmar que "ya quedó atrás la reelección del Presidente, no hay sectores que lo planteen". Un tono más equilibrado a la interna le buscó dar "Wado" de Pedro. "Tenemos que encontrar un punto de consenso para poder ordenar", dijo el ministro del Interior.

Ya con el acto consumado, y con la gente retirándose de la Plaza, fue Cristina Kirchner la que se expresó a través de las redes sociales. La vicepresidenta evitó darle un sentido proselitista a su tuit, pero volvió a cargar contra la Justicia, en su enfrentamiento cotidiano luego de haber sido condenada a seis años de prisión en la causa Vialidad.

"La democracia peligra cuando la concentración económica y de poder profundiza cada vez más las desigualdades sociales. Hoy, en calles y en plazas, cientos de miles marchan por Memoria, Verdad y Justicia para defender la Democracia y decirle Nunca Más a la Corporación Judicial", escribió, reflotando sus dichos del martes, en un acto con el Grupo de Puebla en el CCK.

La Plaza de Mayo mostró la concurrencia habitual en los 24 de marzo, con mucha presencia de Abuelas y Madres, pero también con militancia de izquierda haciéndose presente. Sin embargo, fue La Cámpora la que terminó de copar la marcha ingresando por Diagonal Norte, con carteles indisimulables que promovían "CFK 2023" y siluetas gigantes con la imagen de la ex presidenta que aportaban el tradicional colorido ultra K a la celebración.

Por el lado de las Abuelas, las críticas volvieron a surgir hacia Mauricio Macri, el ex presidente de la Nación. Estela de Carlotto, su presidenta, cuestionó declaraciones de Macri en la que hablaba del "curro de los derechos humanos".

"Eso es antiguo, tendría que buscar un vocabulario más interesante. Este hombre tendría que ir a la universidad porque nunca fue. Los argentinos estamos cada vez más interesados en la política y es para reírse de un hombre que no vale nada", dijo De Carlotto en una entrevista con C5N.

Hubo espacio para más internas del Frente de Todos también en el 24M. El piquetero Luis D'Elía cruzó a Máximo Kirchner por una foto suya con Juan Grabois, en plena caravana hacia la Plaza de Mayo.

"Máximo abrazado con Juan Grabois, el amigo y socio de Pepín Rodríguez Simón. Esta foto es un agravio a todos los presos políticos kirchneristas víctimas del lawfare, a los que Máximo siempre nos dio la espalda. ¡Ni olvido ni perdón!", tuiteó D'Elía.