Crisis política en Perú: la presidenta peruana destituyó al primer ministro

Bolurte aseguró que podría ser víctima de una "venganza política machista" por el hecho de haberse convertido en la primera mujer en presidir ese país.

La presidenta de Perú, Dina Boluarte, anunció durante la noche del domingo la destitución de su primer ministro, Pedro Angulo, en el marco de la crisis política que atraviesa el país y que ha causado al menos 25 muertes en protestas que exigen la convocatoria a elecciones adelantadas y la excarcelación del expresidente destituido Pedro Castillo.

La mandataria peruana informó que cambiará al premier Angulo, que lleva en el cargo apenas 10 días, como parte de una reestructuración del gabinete que tendrá lugar entre el lunes y el martes de esta semana.

La mandataria, que asumió el cargo en su condición de vicepresidenta de Castillo, señaló a la emisora radial RPP que busca un Ejecutivo que cuente con conocimiento institucional pero que también sea “un poco más político para poder enfrentar” las protestas sociales “y tender los puentes de diálogo”.

Boluarte indicó que se debe priorizar el diálogo en el marco de la crisis política.

“Este Gobierno debe ser dialogante de puertas abiertas en los ministerios con los nuevos gobernantes, así como (con) el Congreso”, indicó en su primera entrevista a un medio desde que juró el cargo.

Además, aseguró que podría ser víctima de una “venganza política machista” por el hecho de haberse convertido en la primera mujer que ostenta el cargo en la historia del país, refirió Europa Press.

“Yo no soy de una elección diferente. Me hicieron escuchar que si vacan (destituyen) a Pedro Castillo, pueden asumir todos menos Dina Boluarte. Es una venganza política machista”, aseguró antes de añadir que no es “una traidora”.

“Soy presidenta en cumplimiento de la Constitución”, remató.

Violentas manifestaciones estallaron en Perú a partir del 7 de este mes, luego de que Castillo, un maestro rural de izquierda y de origen humilde, fuera destituido por el parlamento.

La represión de las manifestaciones dejó por el momento 25 muertos y más de 560 heridos, según cifras de la Defensoría del Pueblo.

Algunas de las muertes ocurrieron tras la intervención de militares con armas de fuego, en el marco de un estado de emergencia nacional.

El 7 de diciembre, antes de ser sometido a un nuevo juicio político, Castillo intentó cerrar el parlamento, intervenir los poderes públicos y gobernar por decreto, y justificó su decisión en una obstrucción desde el Congreso para gobernar, además de ser tratado con racismo.

Castillo fue detenido cuando intentaba llegar a la embajada de México para asilarse.

La justicia decidió colocarlo en prisión preventiva hasta junio de 2024, para investigarlo por rebelión.