CGT rechazó una reforma laboral y propuso discutir la reducción de la jornada de trabajo

La central obrera celebró el Día del Trabajador en la cancha del club Defensores de Belgrano, donde evitaron criticar al Gobierno.

La Confederación General del Trabajo (CGT) conmemoró este martes el Día Internacional de los Trabajadores con un acto realizado en el estadio del club Defensores de Belgrano, donde evitaron criticar al Gobierno, apuntaron contra la oposición y condenaron la dolarización de la economía como plantea Javier Milei. En ese sentido, los referentes sindicales se opusieron a la reforma laboral que propone Juntos por el Cambio, pero pidieron discutir la reducción de la jornada de trabajo.

El evento, que comenzó a las 14, ante unas 20.000 personas movilizadas por los sindicatos, tuvo llamativas ausencias, como las del cotitular de la CGT Pablo Moyano (Camioneros), Abel Furlán (UOM) Mario Manrique, (Smata) y Omar Plaini (canillitas), referentes del sindicalismo K, y no alineados como Sergio Romero (UDA), quien estaba en Formosa con el gobernador Gildo Insfrán. Sin embargo, a último momento llegó Sergio Palazzo (bancarios, otro exponente del kirchnerismo gremial desde la Corriente Federal de Trabajadores. Según pudo saber Infobae, el camionero ni siquiera avisó que no iba a ir y hay versiones distintas sobre su faltazo: algunos la atribuyen a que estuvo en el escenario Hugo Moyano, su padre, con quien tiene una fuerte pelea, y otros a un pedido directo de Máximo Kirchner.

Más allá de las ausencias destacadas, sí estuvieron Facundo Moyano (Peajes), distanciado de su hermano Pablo, y otros aliados del dirigente camionero como Juan Pablo Brey (aeronavegantes) y Cristian Jerónimo (vidrio), del Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona).

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Curiosamente, nunca se leyó a los concurrentes una carta de Sergio Massa, quien estuvo invitado al acto, pero debió viajar con Alberto Fernández a Brasil. Su mensaje no llegó a tiempo y fue distribuida al periodismo por WhatsApp: tras pedirles disculpas a los trabajadores, resaltó su “compromiso de trabajar juntos en la estabilización de la economía y la recuperación de los salarios”.

“No va a faltar oportunidad para otro encuentro para compartir juntos el debate sobre el futuro del trabajo en un mundo que nos sorprende todos los días”, agregó el ministro de Economía.

En el discurso final, Héctor Daer (Sanidad), cotitular de la CGT, hizo malabares para hablar de la inflación y de la pobreza sin criticar al Gobierno. Justificó la crisis actual al destacar que “en un país socialmente empobrecido sobrevino a la pandemia” y luego la guerra y la sequía. “Estamos conviviendo con un proceso de inflación producto de la macroeconomía, pero también producto de los vivos que se aprovechan, remarcan y no permiten la recuperación del salario”, señaló.

El sindicalista, en cambio, fue particularmente duro contra la oposición: “Le decimos basta los irresponsables que hablan de dinamitar todo o que hay que dinamitar un poco. Les pedimos que dejen de actuar irresponsablemente”. Fue una clara alusión a Javier Milei y a Mauricio Macri, pero Daer fue más allá contra el líder libertario al acusarlo de impulsar “recetas de salida con el empobrecimiento de todo el pueblo argentino: basta de hablar de dolarizar”.

“¿Adónde quieren dolarizar si lo que Argentina no tiene en estos momentos es dólar? -se preguntó- Quieren empobrecernos a costilla de lo que quieren llevar adelante. Pero la CGT no es antisistema, como se plantean estos tipos. Nosotros estamos adentro del sistema, pero queremos que el sistema cambie, que nos contenga y que dé resultados y genere condiciones para una mejor vida”.

Con respecto a la reforma laboral, Daer expresó su rechazo y propuso “acabar con la jornada laboral semanal de 48 horas”, a la que calificó como “una antigüedad porque la productividad de hombres y mujeres se multiplicó exponencialmente”. “Cuando hablamos de productividad tenemos que arrancar por ahí porque si un hombre y una mujer producen mucho más que cuando se pusieron las 8 horas de trabajo y las 48 semanales habrá que discutir y cambiar esto”, consideró.

Por otro lado, el líder del Sindicato de Sanidad pidió “militar el triunfo del peronismo” y planteó la necesidad de “generar la unidad política y la unidad del movimiento obrero de todo el campo popular para no darle un tranco de ventaja a la derecha que viene por nuestros derechos”.

En medio del discurso de Daer se produjo un momento incómodo para el orador luego de que destacó la presencia en el acto de ex titulares de la CGT como Hugo Moyano y Antonio Caló, entre otros: la columna del Sindicato de Camioneros lo interrumpió, desafiante, con un estribillo que habla de “los soldados de Moyano” y luego con otro que sólo repetía “Vamos Camioneros”. Daer no pudo seguir hablando. Enseguida hubo cánticos de los militantes de UOCRA, desde una tribuna. El líder de Camioneros gesticulaba para que sus manifestantes se callaran. Fueron 10 minutos de tensión.

El primer orador del acto fue Carlos Acuña (estaciones de servicio), el restante cotitular de la CGT, quien destacó que “gracias a la CGT recuperamos la democracia” y luego le apuntó, sin nombrarlo, a Horacio Rodríguez Larreta, que esta mañana habló de impulsar una reforma laboral si llega a la Casa Rosada: “No puede ser que el eje de la campaña sea la reforma laboral porque los que la proponen no saben lo que es un convenio colectivo de trabajo porque nunca laburaron”.

Sin embargo, el dirigente cegetista fue el primero que planteó “bajar la jornada laboral de 8 horas a 6 para que en lugar de que haya 3 puestos de trabajo pasen a ser 4″. “Eso sí lo aceptamos”, dijo.

En una réplica directa a Larreta, Acuña advirtió que “para terminar la industria del juicio está la Justicia” y amenazó: “No permitiremos que atropellen los derechos del trabajo”.

Luego del dirigente de estaciones de servicio, Jorge Sola (Seguros), secretario de Prensa de la CGT, leyó el documento de la CGT que se difundió esa tarde, en el que, como anticipó Infobae, le dio un fuerte apoyo a la renegociación del acuerdo con el FMI, como un guiño de respaldo a Massa, y reclamó un acuerdo político, económico y social para fijar 10 políticas de Estado que saquen al país de la crisis y eviten que la pobreza y la desigualdad “conspiren contra la cohesión social”. A la vez, rechazó la reforma laboral y lanzó una advertencia sobre el crecimiento electoral de Javier Milei: “El descontento es el terreno fértil para la aparición de emergentes antisistema, que pretenden capitalizarlo poniendo en riesgo la vigencia de un sistema democrático pleno”.

El sindicalista añadió otra frase significativa: “Los trabajadores y los dirigentes no somos convidados de piedra y queremos participar en el proyecto de país. Somos los que más sabemos de soluciones”.

Sola también se quejó de “la inflación alta e imprevisible” y del aumento de precios, pero tampoco habló de la responsabilidad del gobierno de Alberto Fernández, en el poder desde fines de 2019. Destacó el mecanismo de las paritarias como “herramienta fundamental” y, al referirse a la reforma laboral, planteó que “se pueden actualizar los convenios colectivos sin perder derechos”. Dijo que puede hacerse “de manera inteligente, rediscutiendo los medios de producción” y se pronunció en favor de “un nuevo contrato social” para ir hacia “un modelo distinto de concentración de riqueza”